No quiero estar todo el rato hablando. Quiero que nos paremos, que respiremos cada rincón del Jardín Botánico-Histórico de la Concepción… Estas fueron las palabras de Blanca Lasso de la Vegaal comienzo de la visita y yo, que siempre he sido muy obediente y que últimamente valoro mucho el poder respirar, básicamente porque considero que es un desprecio no hacerlo con intensidad hacia aquellos que se han aferrado a la vida con fuerza hasta perderla, me dispuse a hacer muchas fotos de jardines, a contemplar un paraje único, encontrar los detalles mínimos que lo hacen enorme y disfrutar cada segundo al adentrarme en aquella jungla tropical que se abría ante mis pasos.
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Estanque de plantas acuáticas en la entrada del Jardín Botánico-Histórico de la Concepción |
El Jardín Botánico Histórico de la Concepciónen Málaga, es un jardín fruto de la inquietud coleccionista que se instaló durante el siglo XIX. En aquella época se coleccionaba todo, pinturas, libros, esculturas, restos arqueológicos… y hasta plantas. Cuanto más extrañas y exóticas, pues mejor. Pero lejos de los que pueda parecer, a pesar de tener tan cerca un puerto, las plantas que pueblan el jardín no viajaron en barco desde África, América y Oceanía. La Familia Loring(1857-1911) quiso crear un jardín del estilo típico de la época, el jardín paisajista, y contrato al jardinero francés Chamousst que aplicó el estilo pero que plantó especies tropicales y subtropicales mucho más apropiadas a la climatología de la Costa del Sol. Así pues, las plantas que se utilizaron ya se cultivaban en Europa y lo que se hizo fue solicitar el envío de semillas al Real Jardín Botánico de Madrid, otros Jardines Botánicos y Viveros, para cultivarlas en Málaga. Es por esto que el jardín dista de ser un conjunto de parterres rectangulares con una colección de plantas ordenadas en su interior. Es un espacio verde de senderos, riachuelos, cascadas, estanques y un espeso follaje vegetal. De este periodo son la Cascada de la Costilla de Adán (Monstera deliciosa), el Estanque del Tritón, que posee ejemplares de Cyca revolutade los más longevos que haya podido ver, los Bosques de Bambúes y el Cenador de las Glicinias que ha sido representado en innumerables ocasiones y del cual me atrevo a decir que puede ser de los más famosos del mundo.
Hubo otro periodo aún más largo que correspondió al de la Familia Echevarría (1911-1990), y que fue continuista con el ciclo anterior. De esta época provienen el Arroyo de la Ninfa, la Cascada de los Helechos(que se ha utilizado como decorado para escenas de películas) y el Mirador Histórico. En mi caminar por el jardín, me llamaron mucho la atención los azulejos explicativos, tanto botánicos de las especies vegetales, como de los distintos espacios que los componen. Le confieren una cierta resonancia romántica de un tiempo en que la botánica era una ciencia de vanguardia y, el aprecio a las plantas, a entenderlas, era descomunal. Tanto, que eran objeto de colección al igual que lo era el mismísimo arte. En la actualidad la modernidad ha llegado al Jardín Histórico de la Concepción y los azulejos explicativos comparten protagonismo con los carteles que advierten al visitante de que estamos en zona Wifi y Bluetooth. En realidad es lo normal. Un jardín es un espacio vivo que crece, evoluciona y se desarrolla. Hasta el Botánico de la Concepción, siendo el jardín paisajístico tropical más importante de Europa que se conserva, no se encuentra libre de los avances de las nuevas tecnologías de la comunicación. Tampoco se encuentra sujeto a albergar siempre las mismas especies y se puede ampliar su catálogo notablemente gracias al clima excepcional en el que se cultiva. Siempre he sido defensor del uso plantas autóctonas o naturalizadas para hacer un jardín, como también pienso que hay que prestar especial atención a aquellas que pueden suponer un peligro medioambiental por su agresividad al desplazar las especies de la zona, pero esto tampoco debe suponer un freno para incorporar plantas nuevas. Incluir especies concretas en lugares donde no es habitual contemplarlas, siendo responsables al respecto, nos pueden servir para disfrute y estudio, aumentando la diversidad de las plantas y de los espacios verdes en los que participan. Es lo mínimo que le podemos pedir un jardín, que sea capaz de sorprendernos, de ser un lugar especial, singular, y que podamos seguir respirándolo.
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Cascada de la Costilla de Adán |
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Bosque de Bambúes |
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Estanque del Tritón |
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Un espacio para la modernidad |
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Casa Palacio Loring |
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Dombeya desde el Mirador de la Glicinias |
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Mirador de las Glicinias |
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Clivia en floración |
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Cascada de los Helechos |
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Arroyo de la Ninfa |
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Mueso Loringiano |
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